En las invasiones de Altos de la Florida, Jessica de 29 años trabaja cada día para brindar mejores oportunidades a sus cuatro hijos.

 

Comenzó a abrirse camino con una máquina en su espalda. El primer paso para cumplir sus sueños fue el de emprender un negocio de alquiler de lavadoras a domicilio y el estar embarazada no fue un impedimento para llevar el peso de estas hasta la puerta de sus clientes. 
 

Ahora, años después, Jessica no puede cargar lavadoras porque su cuerpo ya no se lo permite. Sin embargo, sus proyectos no se detienen. Trabaja para remodelar su casa y crear su propio taller de diseño. La última palabra en su cabeza es rendirse y reconoce que la fuerza de superarse es el motor de su sustento.